Drapeau France                     Drapeau espagne                    Drapeau UK                  drapeau américain          drapeau AR
MAPA DEL SITIO DR. GEORGES DEBLED TV-VIDEOS LIBROS
 SOLUCIONES AL ENVEJECIMIENTO DE LA MUJER
 

 

Entiendo el evejecimiento de la mujer

Errores del  tratamiento de la menopausia

 

DESÓRDENES DE LA VISIÓN

Presbicia - Catarata - Glaucoma - Desprendimiento de la retina

Degeneración macular asociada a la edad (DMAE)

El ojo representa muy exactamente la cámara oscura de una cámara fotográfica. Hasta cierto punto es una cámara fotográfica altamente especializada. Recibe y registra las imágenes que se transmiten al cerebro por el nervio óptico y una red de fibras nerviosas compleja. El fenómeno de la visión resulta de la interpretación de las imágenes recibidas por el cerebro. Las distintas partes del ojo contribuyen al buen funcionamiento de la cámara oscura. Siguiendo con el paralelismo: el obturador que encubre el objetivo de la cámara fotográfica está representado por los párpados, el objetivo está constituido por un sistema de lentejas, la córnea y el cristalino, el diafragma es formado por una membrana (el iris) que rodea la pupila por doónde pasan los rayos luminosos, la placa sensible corresponde a la retina, membrana nerviosa que empapela el fondo del ojo propiamente dicho, constituido por una red extremadamente desarrollada de muy pequeñas arterias.

La caja es una membrana fibrosa (la esclerótica) que contiene los distintos elementos del ojo. Para garantizar una visión normal, todos los elementos del ojo deben estar intactos. Son todos esenciales.

Los elementos musculares desempeñan un papel capital para dirigir los rayos luminosos con precisión sobre la retina. Los músculos insertados sobre los globos oculares dirigen la mirada como una cámara. Como la visión se hace en relieve gracias a los dos ojos, estos músculos

propician la convergencia de los rayos luminosos para garantizar la fusión de las imágenes.

El diafragma del ojo se abre y se cierra gracias a los músculos situados en el iris, permitiendo a la pupila aumentarse o estrecharse, según la intensidad de los rayos luminosos.

La curvatura de la lenteja es modificada por una musculatura particular adjunta al cristalino.

Los elementos transparentes están constituidos por la córnea y el cristalino. El interior del ojo contiene también líquidos transparentes, de naturaleza ácuea delante del cristalino, y gelatinosa (conteniendo un 98,7% de agua) detrás del cristalino.

Los elementos nerviosos situados en la retina implican células especializadas para la visión coloreada de un lado, y del otro para la visión en blanco y negro.

Los elementos vasculares forman una red muy rica, destinada a la aportación de oxígeno y materias nutritivas necesarias para el metabolismo de las distintas partes del ojo.

Para ver claramente, el ojo debe ser capaz de adaptarse a la visión de legos y de cerca. Esta adaptación de la visión pone en juego dos formas de mecanismos dependientes de la musculatura del ojo: la convergencia y la acomodación.

Cada ojo es animado por seis músculos oculomotores que permiten dirigirlo en distintas direcciones. Los ejes de visión de los ojos convergen para fijar un mismo punto, como dos rayos luminosos convergen sobre un artista en escena. Este mecanismo de convergencia pone en juego los distintos músculos oculomotores.

La acomodación garantiza el enfoque de la imagen sobre la retina por medio del cristalino, verdadera lenteja da curvatura variable. Una musculatura especializada es anclada a la periferia del cristalino para volverlo convexa o planea según las necesidades.

La adaptación de la visión depende, por lo tanto, de todo un sistema de músculos cuya tonicidad es necesaria para una visión correcta.

La involución generalizada de la musculatura en la enfermedad andropausia afecta a los músculos oculares. Los desórdenes de la visión que aparecen hacia los cuarenta y cinco años  dan la alarma del deterioro hormonal.

La presbicia es una anomalía de la visión, un defecto del ojo que distingue mal los objetos cercanos, como consecuencia de una disminución de la elasticidad del cristalino y su poder, de acomodación o de relajación, del músculo especializado que garantiza las modificaciones de curvatura del cristalino. Se manifiesta en el inicio de la enfermedad andropausia. El cristalino pierde la flexibilidad que permitía antes una lectura de cerca sin problema y sin cansancio. La acomodación se vuelve más difícil y poco a poco, el lector debe alejar el libro o el diario que quiere leer.

La distancia normal de lectura oscila en torno a los 33 centímetros. Por debajo de los 45 años esta distancia es más corta. Hacia los 50 años es de 40 centímetros, hacia los 60 años es del orden del metro. Los hombres con enfermedad andropausia tienen a menudo los brazos demasiado cortos para leer. Como no es posible alargarles los brazos, la solución reside en la utilización de gafas. Muchos dirán que no son verdaderas gafas, sino “gafas de trabajo”, “gafas para leer”, “gafas de descanso”. Observación que tranquiliza. Pero que no impide la traba. Este fenómeno es causado por la involución senil que es necesario retrasar a toda costa, tomando conciencia de la insuficiencia hormonal que implica. La expresión popular en francés "Bonjour lunettes, adieu quéquette" (“Buenos días gafas, adiós pene”) resume perfectamente la situación.

Este fenómeno anuncia  otros más graves:, la catarata, el glaucoma y el desprendimiento de la retina.

La catarata es la opacidad parcial o total del cristalino. La palabra catarata se origina en una creencia antigua y errónea, según la cual la catarata consistía en una especie de cortina que caía como un “salto de agua” en el ojo, con resultado del oscurecimiento de la pupila. Se pensaba que era el líquido cerebral que se extendía sobre la pupila.

Realmente, la opacidad es causada por la acumulación de líquido entre las fibras del cristalino. Inflan, se rompen y forman ruinas irregulares que opacan progresivamente la lenteja. Las causas de catarata son múltiples. Entre ellas, la catarata degenerativa o senil ocupa el primer lugar por su frecuencia.

Es una afección de la edad avanzada, pero se desarrolla a veces hacia los cuarenta años. Lo normal sería que los dos ojos estén nivelados, pero la opacidad progresa más rápidamente en uno de los ojos. La opacidad completa del cristalino se produce durante un tiempo variable que va de algunos meses a varios años. Puede estabilizarse en cualquier fase de la evolución.

Al principio, los síntomas se manifiestan por una disminución de la agudeza visual con una impresión de niebla que disimula los contornos. A continuación, son los deslumbramientos y la necesidad de poner su mano como visera cuando la luz es intensa, la visión se vuelve más cómoda con luz escasa. Estas señales de alerta deben hacer consultar inmediatamente a un oftalmólogo. Cuando la catarata avanza demasiado, se puede retirar el cristalino enfermo y afortunadamente sustituirlo por un cristalino artificial. Se hicieron grandes progresos en este ámbito y se dispone, hoy, de cristalinos artificiales anti deslumbramientos.

Más allá del tratamiento oftalmológico clásico, no es necesario olvidar que la catarata evoluciona sobre un fondo de decaimiento global del organismo. A no perder de vista, en cierto modo. Es aquí donde es necesario actuar de manera preventiva. Rápidamente.

La transparencia del ojo está garantizada por un metabolismo complejo que hace intervenir a las vitaminas y las hormonas. Estas últimas influyen de una manera decisiva sobre las arterias muy pequeñas del ojo y su metabolismo de glucosa y calcio.

La enfermedad andropausia es un desorden vascular permanente que causa la arteriosclerosis, la aterosclerosis y la hipertensión arterial. Las arterias muy pequeñas que constituyen el final de la red arterial son especialmente vulnerables. Constituyen la parte fundamental de la vascularización del ojo. La diabetes y la intolerancia a los azúcares deben combatirse hasta el último resto de las energías ya que aumentan el riesgo vascular. Por otra parte, el metabolismo del ojo tiene necesidad, imperativamente, de la glucosa que es necesaria para el mantenimiento y para la renovación del cristalino. Para que esta penetre, la tasa de calcio de los tejidos orgánicos debe ser normal. Ahora bien, la enfermedad andropausia causa un déficit cálcico del conjunto del organismo y el cristalino  también se ve afectado. Al regularizar el metabolismo de la glucosa y del calcio, las hormonas masculinas participan en la prevención de la catarata.

El glaucoma es una enfermedad del ojo caracterizada por un aumento anormal de la tensión en la cavidad ocular. La tensión del ojo es variable y se sitúa, generalmente, entre 20 y 25 milímetros de mercurio. La subida anormal de la presión en el ojo resulta de un mecanismo particular. El humor ácueo que alimenta el cristalino es evacuado normalmente por pequeños poros situados en el ángulo formado por el iris y la córnea. Estos pequeños canalículos se rodean de un tejido fibroso que participa en el decaimiento general de los tejidos de apoyo. Resulta un estrechamiento de los poros y un cierre del ángulo por donde el humor ácueo se evacua. Como el humor se secreta permanentemente, una presión se ejerce delante del cristalino, la pupila forzada por la abundancia del líquido se amplía, y la hipertensión se transmite por toda la cavidad ocular. El nervio óptico comprimido degenera, implicando la ceguera. En cuanto un problema de la vista se manifiesta, no es necesario dudar en consultar a un oftalmólogo ya que existen soluciones para corregir esta temible afección. El tratamiento de fondo no debe descuidar la administración de hormonas masculinas que actúan favorablemente sobre el tejido fibroso que rodea los poros, por donde se elimina el humor ácueo.

El desprendimiento de la retina

El fondo del ojo, la retina, es empapelado por una membrana nerviosa que contiene las células sensoriales de la visión. Se basa en una membrana vascular, verdadera red alimenticia del ojo constituido de pequeñas arterias y naves capilares. Las perturbaciones hormonales de la enfermedad andropausia y menopausia causan el estrechamiento y el espasmo arterial, especialmente peligrosos en una red arterial terminal. Le siguen los desórdenes de la oxigenación de la retina, que se altera y se desprende del fondo del ojo.

 Al principio, se perciben atisbos vivos y la agudeza visual disminuye. Cuando la retina es desprendida, el campo visual se estrecha y la visión es velada por una sombra que se asemeja a una cortina. Es necesario operar precozmente las zonas quitadas, utilizando la fotocoagulación al láser que permite estabilizar la afección.

Degeneración macular asociada a la edad (DMAE)

La degeneración macular senil es una enfermedad de la retina causada por una degeneración progresiva de la parte central de la retina (la mácula), que puede aparecer a partir de la edad de 50 años, y más frecuentemente a partir de los 65 años, causando un debilitamiento importante de la visión que empeora con la edad. Las causas generalmente incriminadas son la influencia genética, la hipertensión arterial, la radiación ultravioleta y el desequilibrio alimentario. Según la Organización Mundial de la Salud la insuficiencia circulatoria, con disminución del flujo arterial en la región macular, desempeña también un papel. La DMAE es la tercera causa mundial de deficiencia visual y representa un 8,7% de las causas de ceguera. Es la primera causa de deficiencia visual en los países industrializados.

 ¿En tanto se conoce la importancia de la influencia de las hormonas masculinas en la red arterial, se puede descuidar el tratamiento hormonal preventivo? Los desórdenes de la visión del hombre con enfermedad andropausia son el resultado de importantes reorganizaciones vasculares, fenómenos de esclerosis, perturbaciones de la glucosa y el calcio, consecuencias de una insuficiencia de secreción de hormonas masculinas.